Despedida a Jorge Lanata: familiares, amigos y seguidores le dieron el último adiós al periodista.
Publicado: 31 / 12 /2024En el corazón de la Ciudad de Buenos Aires, la icónica Casa de la Cultura se erigió como el epicentro de un emotivo y conmovedor adiós a Jorge Lanata, el multifacético periodista que dejó una huella imborrable en la historia de los medios argentinos. Con la llegada de su cuerpo pasada la medianoche, una multitud se congregó frente al edificio histórico en la emblemática Avenida de Mayo, buscando ofrecer un último tributo al inigualable comunicador. Familias, allegados, periodistas y admiradores lo despidieron entre aplausos hasta que el evento concluyó alrededor de las 2 de la madrugada.
Desde el inicio de la velada, la atmósfera estuvo cargada de tensiones y expectación. La llegada del vehículo de traslado del Grupo Jardín del Pilar marcó un punto de quiebre en la espera de los presentes, quienes aguardaban con ansias ser testigos de este momento trascendental.
Las hijas de Lanata, Lola y Bárbara, llegaron con rostros serios, luchando por mantener la calma en un momento profundamente emocional. Minutos más tarde, Elba Marcovecchio, su compañera de vida, fue recibida en un entorno de respetuoso silencio. Las muestras de cariño de la multitud hacia las familiares del periodista se hicieron evidentes cuando, a la salida, estallaron en aplausos frente a su partida.
La presencia de Chano Charpentier en la ceremonia reflejó el estrecho vínculo de amistad que mantenía con Lanata. Con voz entrecortada, compartió entrañables recuerdos de un Lanata siempre presente en los momentos cruciales de su vida. “Siempre estuvo al lado mío. Mi amigo se fue feliz”, declaró con emoción.
Con el transcurso de las horas, la fila de espera creció, logrando que diversas figuras del periodismo acudieran a rendir homenaje al gran maestro. Ernesto Tenembaum recordó la valentía de Lanata durante los años del Día D y del menemismo, momentos que definieron su legado en la televisión nacional. Por otro lado, Eduardo Feinmann aseguró que con Lanata se instauró una nueva era en el periodismo, marcada por su artillería de revelaciones sobre la corrupción.
Mientras tanto, Nicolás Wiñazki compartió anécdotas de su estrecha relación laboral con Lanata destacando su audacia y espíritu indomable, recordando el famoso intento de cooptación en 2003 por parte del kirchnerismo.
Patricia Bullrich se unió al duelo enviando una corona floral y expresando su agradecimiento público por la dedicación de Lanata a desvelar los oscuros laberintos del poder.
La Casa de la Cultura, eje del periodismo porteño, abrió sus puertas para recibir a seguidores afligidos, otorgándoles la oportunidad de brindar una última reverencia al hombre que alentó a generaciones a no callar jamás. El ambiente sereno dominaba el lugar, con el féretro rodeado de flores blancas simbolizando el respeto y la admiración eternas.
El eco de “Hasta siempre, Jorge” prevaleció al interior del salón, reverberando entre lágrimas y oraciones que acompañaron a cada visitante durante el trayecto de la despedida.
A medida que los dolientes salían del recinto, el pesar y las lágrimas continuaron su curso. “Era un gigante”, exclamó un seguidor conmovido por la influencia del periodista en su vida. En el afuera, el aire denso de dolor contrastó con la esperanza y firme convicción de que Lanata vivirá perpetuamente en los recovecos del periodismo crítico y audaz que inscribió con pluma feroz y coraje incansable.
“Esto no es un adiós”, concluyó una mujer al cruzar la puerta, asegurando que el legado de Lanata permanecerá vivo en la memoria colectiva y en cada relato que busque iluminar la verdad.
La Casa de la Cultura mantendrá sus puertas abiertas hasta las primeras horas del día siguiente, cuando el cuerpo de Jorge Lanata sea trasladado al cementerio Campanario Jardín de Paz para su descanso final.